Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
(1917)
La
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 es la norma
fundamental o carta magna, establecida para regir jurídicamente al país,
fijando los límites y definiendo las relaciones entre los poderes de la
federación: poder legislativo, ejecutivo y judicial, entre los tres niveles
diferenciados del gobierno (el federal, estatal y municipal), y entre todos
aquellos y los ciudadanos; asimismo, establece las bases para el gobierno y
para la organización de las instituciones en que el poder se asienta; y
finalmente establece, en tanto que pacto social supremo de la sociedad
mexicana, los derechos y los deberes del pueblo.
Se
trata de una aportación de la tradición jurídica mexicana al constitucionalismo
universal, dado que fue la primera constitución de la historia que incluyó
muchos derechos sociales. Incluye nueve Títulos, que contienen 136 Artículos y
19 transitorios. El Primer Título y sus 38 artículos hablan acerca de los
Derechos Humanos, las garantías individuales, y la ciudadanía mexicana,
mientras que los siguientes 98 artículos definen la estructura del Estado
mexicano. Entre los cambios respecto de la Constitución de 1857, se encuentran
la eliminación de la reelección del presidente de la República y la eliminación
también del cargo de vicepresidente.
Antecedentes.
El
7 de agosto de 1900, Ricardo Flores Magón y su hermano fundaron el periódico
jurídico de México Regeneración, desde el cual criticaban la corrupción del sistema
judicial del régimen del general Porfirio Díaz, lo que los llevó a la cárcel.
En 1902, los Flores Magón y un grupo de liberales arrendaron el periódico El
Hijo del Ahuizote. En 1903, en el cuadragésimo sexto aniversario de la
Constitución de 1857, el personal del periódico realizó una protesta con el
lema "La Constitución ha muerto". Ese mismo día, Flores Magón publicó
en el mismo periodo una nota que decía: "todo aquel que esté libre de
pecado que arroje la primera piedra acerca de la Constitución", y parte
del texto decía: "Cuando ha llegado un 5 de febrero más y... la justicia
ha sido arrojada de su templo por infames mercaderes y sobre la tumba de la
Constitución se alza con cinismo una teocracia inaudita ¿para qué recibir esa
fecha, digna de mejor pueblo, con hipócritas muestras de alegría? La
Constitución ha muerto, y al enlutarnos hoy con esa frase fatídica, protestamos
solemnemente contra los asesinos de ella, que con escarnio sangriento al pueblo
que han vejado, celebren este día con muestras de regocijo y
satisfacción".
Al
paso del tiempo, las críticas y las condiciones del país desataron diversos
conflictos que, junto al resultado de las elecciones de 1910, dieron como
resultado el inicio, el 20 de noviembre de ese año, del conflicto armado conocido
como la Revolución mexicana.
Según
los Tratados de Ciudad Juárez, tras la renuncia de Porfirio Díaz, Francisco
León de la Barra ocupó la presidencia de México interinamente hasta que pudieran
llevarse a cabo elecciones.1
León
de la Barra entregó la presidencia a Francisco I. Madero, ganador de las
elecciones extraordinarias de México de 1911. En 1913, Madero y el
vicepresidente José María Pino Suárez fueron asesinados tras el conflicto de la
denominada Decena Trágica, y la presidencia la ocupó Victoriano Huerta.
Venustiano
Carranza, por entonces gobernador de Coahuila, formó el Ejército
Constitucionalista y desconoció a Huerta, a quien derrocó en 1914. El nuevo
encargado del poder Ejecutivo expidió el 14 de septiembre de 1916 el decreto
para convocar a un Congreso Constituyente, que sería el encargado de reformar
la Constitución vigente y elevar a rango constitucional las demandas exigidas
durante la Revolución, y que dejó en claro que no se cambiarían la organización
y funcionamiento de los poderes públicos del país.2
El
1 de diciembre del mismo año, el Congreso Constituyente abrió sesiones en el
Teatro Iturbide, en la ciudad de Santiago de Querétaro. El Constituyente contó
con diputados de todos los estados y territorios federales del país, con excepción
de Quintana Roo.3 Estuvieron representadas ahí diversas fuerzas políticas: los
carrancistas o "renovadores", los protagonistas o
"radicales", y también los independientes.
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